Toda su organización se basa en el conocimiento. El conocimiento se adquiere, se transfiere y se pone en práctica en todos los procesos de su empresa: comercialización de productos o servicios, contratación de nuevos empleados, participación en reuniones diarias, etc. Por eso la gestión del conocimiento es fundamental para el éxito de una organización.
Para elaborar con éxito un plan de gestión del conocimiento para su organización, es importante profundizar en los distintos tipos de conocimiento. Al comprender los distintos tipos de conocimiento en el lugar de trabajo, identificará los mecanismos más eficaces para reconocer, adquirir, transferir y aplicar los conocimientos y la información necesarios dentro de la empresa.
Pero si no comprende las diferencias entre los distintos tipos de conocimiento, no podrá identificar las lagunas de conocimiento que existen en su organización. Así que echemos un vistazo a los tipos de conocimiento más comunes en detalle.
1. Conocimiento explícito
El conocimiento explícito puede documentarse, transmitirse y, lo que es más importante, ser aprendido por personas ajenas a la empresa. Es cualquier información fácil de compartir y comprender.
En un lugar de trabajo, la transferencia de conocimiento explícito es probablemente la parte más importante de la gestión del conocimiento. Esta forma de conocimiento suele utilizarse cuando un nuevo empleado se incorpora a una organización. Su base de conocimientos interna o wiki interna es un ejemplo de gestión y organización del conocimiento explícito.
El conocimiento explícito se almacena en documentos, bibliotecas, libros, tutoriales en vídeo, libros blancos y otras formas de comunicación verbal o escrita. Cuando se comunica de forma eficaz, las operaciones empresariales se ejecutan con mayor rapidez y con menos obstáculos, como la falta de la información o la experiencia necesarias.
2. Conocimiento implícito
El conocimiento implícito es un concepto más complejo y se adquiere a través de la experiencia de la vida real. Se obtiene a través de la experiencia y puede captarse y transmitirse. En cambio, el conocimiento tácito no se articula tan fácilmente, pero trataremos esa forma de conocimiento más adelante en este artículo.
El conocimiento implícito es un activo útil para tu equipo. Al incorporar nuevos empleados, no basta con compartir información y conocimientos explícitos. También quiere que entiendan por qué funciona. Debe permitirles utilizar esta información para adquirir nuevas habilidades e identificar las mejores prácticas que les permitan trabajar de forma más productiva. En esto consiste el conocimiento implícito.
3. Conocimiento tácito
El conocimiento tácito también se adquiere a través de la experiencia, pero ¿en qué se diferencia del conocimiento implícito?
Supongamos que has visto un tutorial en vídeo sobre la pronunciación de la «r» francesa y has decidido ponerlo en práctica. Después de averiguar cómo pronunciar el sonido, has adquirido un conocimiento implícito. Pero, ¿cómo documentar y transferir algo como una pronunciación?
Otro ejemplo es aprender a montar en bicicleta. ¿Cómo lo explicarías hoy? Es imposible explicar completamente cómo se ha adquirido esa habilidad y es difícil enseñársela a otras personas. Esto es exactamente lo que describe el conocimiento tácito.
4. Conocimiento declarativo
El conocimiento declarativo se refiere a hechos de naturaleza estática. Puede ser información basada en principios, conceptos, acontecimientos, etc. También se llama conocimiento descriptivo o proposicional.
Cuando se contrata a un nuevo empleado, se espera que obtenga conocimientos declarativos sobre la cultura de la empresa y el puesto de trabajo para el que ha sido contratado. Una tarea clave para los responsables de incorporación es identificar qué conocimientos declarativos deben aprender los nuevos empleados durante el proceso de incorporación.
En el caso de los altos directivos y los empleados con experiencia, es de esperar que ya posean los conocimientos declarativos necesarios para el puesto.
5. Conocimientos procedimentales
También conocido como conocimiento imperativo, el conocimiento procedimental es lo contrario del conocimiento declarativo. Responde a preguntas basadas en el «cómo» e incluye información sobre las distintas formas de realizar una tarea específica. El conocimiento procedimental se adquiere a través de la experiencia, lo que significa que es una forma de conocimiento implícito.
Es una comprensión clara de cómo hacer algo después de haberlo practicado. Para evitar perder información crítica sobre los procesos de su empresa en caso de rotación de empleados, este conocimiento debe documentarse.